En 2026, el turismo sostenible se enfrentará a un nuevo desafío, demostrar con datos lo que antes bastaba con comunicar. Las nuevas normativas europeas, junto con la creciente demanda de transparencia por parte de los viajeros y operadores, obligarán a destinos y empresas a medir, auditar y certificar sus compromisos. En este contexto, Biosphere Sustainable se consolida como una herramienta clave para garantizar la trazabilidad, la credibilidad y la mejora continua del turismo responsable.
En el nuevo año 2026, el turismo sostenible entra en una nueva etapa que, en el ámbito de la sostenibilidad, ya no bastará con comunicar buenas intenciones. El mercado, los consumidores y los marcos regulatorios exigirán evidencias verificables de los compromisos asumidos por destinos y empresas.
Medir, verificar y certificar la sostenibilidad dejará de ser una opción reputacional para convertirse en un requisito operativo y competitivo.
En este contexto, Biosphere Sustainable, sistema reconocido internacionalmente, se consolida como herramientas clave para garantizar la credibilidad, la trazabilidad y la mejora continua en el turismo sostenible.

Durante años, el término sostenible se ha utilizado de forma amplia, a menudo sin evidencias claras. Sin embargo, el panorama regulatorio y social está cambiando.
La Directiva (UE) 2024/825, que deberá aplicarse a partir del 27 de septiembre de 2026, refuerza la lucha contra las alegaciones ambientales engañosas (greenwashing) y exige que toda comunicación sobre sostenibilidad esté respaldada por datos verificables.
Al mismo tiempo, el consumidor es más exigente: busca pruebas de impacto real, transparencia y compromiso tangible. Para el turismo, esto significa que solo los destinos y organizaciones que puedan medir y demostrar sus avances serán percibidos como creíbles y responsables.

La sostenibilidad ya no puede basarse en declaraciones. La verificación se convierte en el nuevo lenguaje de confianza.
En 2026, medir y certificar significará transformar las buenas prácticas en un sistema de gestión estructurado, que abarque tres niveles:

Las certificaciones de sostenibilidad turística se consolidan como herramientas esenciales de gobernanza, transparencia y credibilidad en el mercado global. En un contexto donde la confianza y la trazabilidad son valores diferenciales, las certificaciones permiten demostrar, con evidencias verificadas, el compromiso real de destinos y organizaciones con la sostenibilidad.
En 2026, no bastará con disponer de un sello, sino que será imprescindible que este esté alineado con estándares internacionales reconocidos y respaldado por un proceso de verificación independiente. Solo así las certificaciones podrán garantizar transparencia, comparabilidad y rigor en la gestión del turismo sostenible.
En este sentido, el Instituto de Turismo Responsable (ITR) se ha consolidado, a lo largo de más de dos décadas, como un referente internacional en la definición y evaluación de estándares de sostenibilidad turística. Su sistema Biosphere Sustainable, desarrollado por el propio ITR y con más de veinticinco años de trayectoria, va más allá de la certificación tradicional. Ofrece a destinos, empresas y entidades turísticas una metodología integral basada en la mejora continua, la auditoría externa y la trazabilidad internacional.
De esta forma, Biosphere Sustainable se posiciona como una ventaja competitiva y un mecanismo de confianza que permite a las organizaciones demostrar de forma medible su contribución al turismo responsable y al desarrollo sostenible global.

El sistema Biosphere Sustainable, desarrollado por el Instituto de Turismo Responsable (ITR), se presenta como un modelo integral que combina tecnología, acompañamiento y verificación independiente.
Su metodología permite medir el grado de alineación de cada entidad con los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, garantizando un enfoque holístico que abarca lo ambiental, lo social y lo económico.
Entre sus principales fortalezas destacan:
De este modo, Biosphere no solo certifica, sino que acompaña la transformación de los destinos y empresas hacia modelos regenerativos y medibles.

El 2026 marcará un punto de inflexión. La sostenibilidad dejará de ser un relato para convertirse en un marco de cumplimiento verificable.
Los destinos que adopten metodologías basadas en medición y certificación no solo cumplirán con las nuevas exigencias normativas, sino que fortalecerán su reputación y su relación con los viajeros.
Las empresas turísticas que trabajen con certificaciones auditadas, como Biosphere, contarán con una ventaja competitiva en licitaciones, cadenas de suministro y acuerdos con turoperadores, cada vez más atentos al impacto real de sus socios.


En el nuevo escenario global, la credibilidad se convertirá en la moneda más valiosa del turismo sostenible.
El verdadero liderazgo no lo alcanzarán quienes más hablen de sostenibilidad, sino quienes sean capaces de demostrarla con datos, evidencias y auditorías independientes.
En este contexto, Biosphere Sustainable se consolida como un aliado estratégico para destinos, empresas y organizaciones turísticas que buscan medir, gestionar y comunicar de forma transparente su impacto real.
A través de sus distintivos Biosphere Certified para Destinos y Biosphere Certified para Empresas, promueve una sostenibilidad verificable, medible y en mejora continua; contribuyendo activamente a la construcción de un turismo más competitivo, justo y regenerativo.